viernes, 22 de mayo de 2009

Tensiones a superar a traves de la educación

Martes 19 de Mayo.
Contenidos vistos en clase:


Tensiones que deben ser superadas a través de un cambio en la Educación.

Estas son las siguientes:

  • Tensión entre lo mundial y lo local.
  • Tensión entre lo universal y lo singular.
  • Tensión entre tradición y modernidad.
  • Tensión entre el largo plazo y el corto plazo.
  • Tensión entre la competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades.
  • Tensión entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano.
  • Tensión entre lo espiritual y lo material.

La tensión entre lo mundial y lo local hace referencia a que debe existir un equilibrio en el cual las personas aprendan a integrarse al mundo actual pero sin dejar de lado, o bien, sin desconocer u olvidar sus raíces, de dónde provienen, porque aquello es nuestra identidad como personas y como cultura, pero para esto es necesario también, según mi opinión, resolver las tensiones que existen en cuanto al respeto y tolerancia hacia otras ideologías y culturas, esto es para que las personas no se sientan en la necesidad de cambiar sus raíces a ora cultura por ser considerada mejor.

La tensión entre lo universal y lo singular plantea que la homogenización cultural es algo inevitable en el mudo actual, pero que esta tiene sus propios riesgos, uno de los cuales es la perdida de la individualidad de las personas, la perdida de la variedad cultural. Lo cual es una amenaza puesto que creo que la riqueza del mundo está en la diversidad cultural y las variadas opciones que se ofrecen a todos los seres humanos de escoger cuál de ellas les agrada más. El hecho de pensar en una cultura común me causa la sensación de monotonía y conformismo, lo cual no es bueno puesto que considero al ser humano como un ente activo y con un sello único. El tener una sola cultura en el mundo sería como transformar a todos los seres humanos en uno sólo, que piensen igual y se comporten de igual manera, se detendría el progreso.

La tensión entre tradición y modernidad, tiene un poco que ver con las dos anteriores. Es necesario lograr adaptarse a este tiempo de avances científicos y tecnológicos que se nos ofrecen, saber utilizarlas lo mejor posible en pro de la evolución y la solución de problemas, integrar todos estos avances al sistema educativo, como hoy en día se utiliza en internet ya masificado en el estudio, así también el resto de los avances que van enfocados a satisfacer necesidades. El desafío está en que hay que lograr que estos nuevos beneficios lleguen a todos por igual, y es justamente eso lo que no se ha podido lograr. Además, es necesario tener en cuenta siempre quiénes somos y no dejar que estos avances nos alejen de nuestra raíz cultural.

La tensión entre el largo plazo y el corto plazo. Es los tiempos actuales, donde la instantaneidad lidera el diario vivir, las personas están condicionadas a un sistema de problemas y soluciones rápidas, todo debe hacerse al instante y por lo tanto las exigencias son cada vez mayores. Sin embargo, dejamos de lado el hecho de que existen problemas que requieren de un mayor grado de estudio y tiempo para ser resueltos, por ende, es necesario hallar un equilibrio entre estas dos situaciones y volver a retomar los conceptos de paciencia y método.

La tensión entre la competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades; Es una realidad el que el mundo está cada vez más competitivo, y es esta misma presión de tener que ser más la que lleva a las personas a cumplir las exigencias que les son impuestas sin ponerse a pensar en si es o no lo que se quiere y las lleva a no aprovechar o potenciar mejor dicho sus capacidades y oportunidades, y, a la vez las lleva a pasarse a llevar unos a otros priorizando siempre el propio bienestar por sobre todo lo demás sin pensar en los demás. Se hace necesario entonces tomar el concepto de educación e integrar en él la función de cambiar la concepción de “competencia” como algo que estimule la cooperación y solidaridad entre todos.

La tensión entre el extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano. Es deber de la educación proveer de una reforma que promueva la experimentación como un método para adquirir conocimientos y también estimular la realización de cultural de cada persona. Esto es necesario ya que los programas estudiantiles están enfocados sólo a la entrega de contenidos, mayoritariamente promueven la memorización más que la comprensión y la búsqueda de respuestas por cuenta propia.

La tensión entre lo espiritual y lo material, la función de la educación es la de difundir los valores morales de cada sociedad ha establecido como las correctas y a la vez, como dije anteriormente, fomentar el respeto por los valores de otras culturas, al pluralismo, lo que llevaría por consiguiente a mantenerlas vivas y evitar así la homogenización cultural.


Como conclusión, en este mundo globalizado donde la instantaneidad y la competencia lideran las decisiones y movimientos de las naciones y personas, se hace latente la necesidad de corregir o reformar la educación, para revertir esta situación, y volver a valorar a la persona en si como el destinatario central. Debemos evitar que el afán por sobresalir esté por sobre el bienestar de los demás. Debemos profesar la tolerancia a la diversidad y el respeto.
Esta tarea es sumamente difícil y se plantea como un desafío mayor en estos tiempos, puesto que es la economía la que mueve al mundo y no el desarrollo de las personas. Uno vive para sobrevivir económicamente en un futuro y no para desarrollar sus potencialidades ni desarrollar el pensamiento.

Según mi experiencia en el colegio, nunca vi algún esfuerzo por enseñarnos a crecer como personas, mas bien, nos enseñaban como responder bien la psu, su interés evidentemente era elevar el nivel del colegio alcanzando mejores puntajes y promedios de notas. Sin embargo, tampoco se nos enseñaron técnicas de estudio ni cómo sacar un mejor provecho de lo que estábamos aprendiendo ni nos motivaron a aprender por querer saber más y no por la obligación de salir de cuarto medio para entrar a la universidad para luego ser alguien competente en la vida laboral. Sinceramente mi experiencia en el colegio no fue buena, puesto que me sentía un objeto y porque me encontraba haciendo algo contra mi voluntad.
Es por eso que el desafío que me planteo como futura docente es el de incentivara mis alumnos a estudiar por amor al saber y anhelo de crecer como personas, y no como una obligación constitucional. Enseñarles métodos de estudio y de profundización de los contenidos, hacer ver el aprendizaje como algo necesario y divertido incluso que nos ayuda a crecer como personas y mejora nuestra capacidad de tomar decisiones adecuadas basadas en los conocimientos adquiridos.

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